
El usuario de Windows debe preocuparse de actualizar los programas, ya que el sistema operativo no se lo recuerda. Afortunadamente, cada vez más programas se encargan de buscar actualizaciones y guiar al usuario para instalar una nueva versión, de forma que no sea necesario permanecer atento. Así sucede, por ejemplo, con los productos de la Fundación Mozilla (Firefox o Thunderbird), con Java, o con Filezilla. También Open Office o iTunes avisan de que nuevas actualizaciones están disponibles.
Actualizar los programas no tiene coste si presentan una licencia de uso gratuita, pero se debe pagar en el caso de las aplicaciones comerciales. Sólo se produce una excepción cuando se trata de corregir fallos de seguridad o defectos en el programa que se ha comprado, en cuyo caso se ofrecen las nuevas versiones de manera gratuita.
Sitios web como Filehippo o Apphit suponen una vuelta de tuerca a las tradicionales páginas de descarga de software y resultan útiles en el contexto actual, en que la gran mayoría de los usuarios emplea Windows. En la actualidad disponen de sendas aplicaciones, todavía en fase de pruebas, que el usuario puede instalar en su ordenador con el fin de comprobar si existen programas sin actualizar. Para lograrlo, escanean todo lo que haya instalado en el PC y lo comparan con su base de datos, donde figuran las últimas versiones de cada programa.
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